El «retour»

Soy de esas sadomasoquistas a las que les gusta hacer simultánea. Qué le voy a hacer. A pesar de los nervios antes de encender el micrófono, el ligero insomnio de la noche anterior o de tener que solventar mil y un problemas técnicos, me parece divertido. A pesar de que sea la modalidad de interpretación en la que más expuesta me siento.

Seguro que ya lo conocéis, pero me gustaría explicaros un concepto: el llamado “retour”. Es una práctica que sólo encontraremos en el mercado privado y que exige que una intérprete trabaje tanto hacia su lengua A como a su lengua B.

Por desgracia, mi formación sólo incluía trabajar hacia nuestra lengua A, escudándose en el argumento de que en las instituciones sólo se trabaja con cabinas puras (como si alguno fuese a acabar trabajando en esos “paraísos”).

No hace falta decir que me centro exclusivamente en el mercado privado, ¿verdad? Hasta hace poco, la verdad es que el retour en cabina no me había hecho demasiada falta (quizás unos minutos de un tema fácil). Hasta el otro día.

Simposio megatécnico sobre la industria papelera, en cabina con un maravilloso compañero francés. Se entiende que nos ocuparíamos cada cual de un idioma, pero al ser la mayoría de los ponentes franceses, terminamos haciendo por turnos. Para mí a mi lengua A, para él en retour.

De pronto, “oh, zut de zut!” a un ponente francés no se le ocurre otra cosa que hacer su presentación en español, y encima en mi turno. “¡Qué bien…!”, pensé irónicamente. Como es lógico, al cabo de un rato cedí ante la presión y mi compañero tomó la palabra (al fin y al cabo para él sería más fácil). Game over.

“¿Por qué no has seguido?” me pregunta al terminar. “Es que no podía, era demasiado técnico”. Con media sonrisa, me informa muy amablemente de lo que ya sabía: “Si quieres trabajar en el mercado privado, necesitarás a la fuerza tu retour. Concienciate. No lo estabas haciendo mal, sólo necesitabas relajarte más y ser más natural.”

Después de esta experiencia, he decidido machacar el retour como sea. Vídeos en youtube, discursos varios…lo de siempre, vamos.

Pero además de todo ello, la semana que viene me iré como voluntaria a uno de los miles de encuentros internacionales que se realizan en verano y necesitan de interpretación. Voy por supuesto con el español como lengua A, pero realmente me gustaría practicar mi retour al francés. Una forma de entrenar sin demasiada presión, con una temática un poco menos especializada que la industria papelera.

Y lo mejor de todo. Investigando, resulta que la ponente española es amiga mía del máster. Hay que ver lo pequeño que es el mundo. Que se vaya preparando para mi demanda sin fin de documentación y presentaciones 😉

¡El resultado, a la vuelta!

3 comentarios

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3 Respuestas a “El «retour»

  1. Ana

    Hola,
    Hay varias cosas en tu post que me parecen un poco raras.
    1.) Todavía no he conocido a ningún intérprete profesional al que no le guste la simultánea. Al menos no de este siglo. Supongo que si no te gusta, casi mejor dedicarte a otra cosa.
    2.) «(el retour) Es una práctica que sólo encontraremos en el mercado privado» . Siento llevarte la contraria, pero cada vez más instituciones internacionales utilizan cabinas bilingües para ahorrarse unas perrillas. De hecho, en el nuevo acuerdo de AIIC con las instituciones de NN UU se han modificado las cláusulas sobre el tema el cuestión.
    3.) «(…) en las instituciones sólo se trabaja con cabinas puras (como si alguno fuese a acabar trabajando en esos “paraísos”)». Quizá te sorprenda, pero creo que una gran mayoría de los intérpretes profesionales del planeta Tierra trabajamos en esos «paraísos» de los que tú hablas, aunque cabría debatir el concepto «paraíso».
    4.) Me parece buena idea que machaques tu retour. Lo que no acabo de entender es que te atrevas a aceptar un contrato en el que se exige trabajar a un idioma al que no estás segura de poder interpretar, pero bueno, allá cada uno con su conciencia profesional y, en fin, más vale tarde que nunca, digo yo.

    • Hola Ana, muchas gracias por tu comentario. Procedo a explicarte por puntos lo que quise decir en este post:

      1) Claro que me gusta la simultánea. Es lo primero que digo al empezar la entrada. Y aquel intérprete que no sienta un cosquilleo como de nervios antes de comenzar, le recomiendo que lo deje porque habrá perdido la pasión por su trabajo.

      2) Cierto, estoy al tanto de estos cambios, pero son muy recientes. Cuando yo estudiaba, en mi facultad pedimos más de una vez aunque sea intentar el retour, sólo por «jugar» en una clase, y se nos negó rotundamente precisamente con el argumento de las cabinas puras de las instituciones.

      3) Pongo la palabra «paraíso» entre comillas precisamente por eso, porque a veces no es oro todo lo que reluce. Ahora, no estoy de acuerdo con tu afirmación de que la gran mayoría de los intérpretes trabajan en las instituciones. Al contrario, yo los considero un porcentaje más bien bajo comparando con la cantidad de profesionales destinados exclusivamente al mercado privado, donde el retour es obligatorio y no me lo dijeron.

      4) Por último, acepté el trabajo porque sabía que podría hacerlo al español, y porque mi compañero de cabina era francés, lo que me daba una gran seguridad. El destino ha querido que me viera en esta situación y, por aquello del respecto de los turnos me lancé a la piscina. Eso sí, con el flotador puesto: un compañero francófono a mi vera.

      Espero haber aclarado las posibles dudas tanto profesionales como éticas que te hayan podido surgir con este post.

      Un saludo

  2. Perdón, en el punto 4 quise decir «respeto»

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