La chica de los perfumes

Me vais a permitir que os cuente una historia para comenzar. Esta vez no voy a hablar de traducción ni de interpretación, pero estoy tan decepcionada con lo que he presenciado que no podía dejar de incluirlo aquí.

El otro día estaba yo comprando un regalo en una conocida tienda de cosmética en un centro comercial X. Mientras ojeaba las posibles combinaciones “perfume-jabón-crema hidratante” tuve la desgracia de asistir a la siguiente escena: una chica, más o menos de mi edad, entregaba su currículum llena de ilusión a la encargada. La jefecilla en cuestión le aceptó el documento, pero acto seguido lo rompió por la mitad y lo tiró a la basura, sin esperar a que la chica se hubiera ido. Era una mujer de mediana edad en una tienda de cosmética, así que supongo que su mente trabaja para eliminar todo tipo de competencia para evitar lo inevitable a medio plazo. La joven, al ver el destino que corría el seguramente enésimo cv que entregaba, no pudo reprimirse de montar una escena y ponerse a llorar, apelando a la ley de protección de datos (ya que los suyos se encontraban en el cv, y por ende en la papelera) y llamando “desgraciada” a la encargadilla, que lo único que quería era trabajar, que llevaba dos años en paro y que así no había manera. La responsable optó por llamar a seguridad para que se llevaran a la chica. Tras esta escena decidí largarme de allí, y otras tantas hicieron lo mismo. Por principios.

Este es sólo un ejemplo de la situación que estamos viviendo. Miles de jóvenes con ganas de trabajar, de aprender y labrarse un futuro, desperdiciados. Y cada vez con más palos en sus ruedas.

A título personal, ¿sabéis por qué decidí hacerme un “Juan Palomo” en el sector de la traducción/interpretación? Porque perdí un año completo mandando cv a empresas de traducción, deseando un puesto inhouse para poder aprender cómo funciona este mundillo, solicitando todo lo solicitable en becas y ayudas, e incluso haciendo entrevistas para ser recepcionista o administrativa (puesto para el que me consideraban demasiado preparada). Harta de encontrarme con puertas cerradas, pensé que lo mejor sería tirar abajo el muro entero y salir a la aventura del “freelanceo”. Pero hasta que tomé esa decisión, un año de mi vida acabó en la basura con el cv de la chica de mi historia.

Con esto os animo a todos a ser emprendedores, a no tener miedo.

No hay que desanimarse, en algún momento la chica de mi historia encontrará la fórmula perfecta que le permitirá pagar el alquiler. A todos esos millones de parados que tenemos en esta madrastra despiadada que es España les digo que no se rindan, que anden a tientas por la oscuridad hasta que vean por fin la luz al final del túnel. Y si hay que emigrar para ello, se emigra. Y punto. El éxito al final no es para los mejores, sino para los constantes.

Y la escena que presencié en la tienda no se me olvidará jamás.

12 comentarios

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12 Respuestas a “La chica de los perfumes

  1. Qué indignación me produce el caso que comentas; no es solo una falta de profesionalidad terrible, sino también de respeto e incluso de solidaridad.
    Me quedo con la frase del final: el éxito no es para los mejores, sino para los constantes.

    Mis felicitaciones y un abrazo

  2. lcasme

    ¡Gracias por entradas como ésta! En estos momentos me encuentro en el proceso de establecerme como freelance y la verdad es que se agradecen palabras como las tuyas. En cuánto a la escena que explicas, sin comentarios, la verdad es que es muy triste que ni siquiera tengan la decencia de esperar a que se vaya o simplemente decir «lo siento, pero no necesitamos a nadie en estos momentos» que así la chica le hubiera dado un mejor uso a su CV.

    • ¡Gracias por comentar! La verdad es que da mucho vértigo al principio, y date cuenta que pueden pasar un mínimo de dos años hasta que te hagas con una cartera de clientes que te permita vivir. Pero como digo, la constancia es la clave. ¡Animo!
      En cuanto a la escena que nos ocupa, como tu dices, sin comentarios.

      Un abrazo

  3. Lo que está claro es que en tiempos de crisis quien no emprende e innova se queda atrás. Está muy bien que nos lo recuerden de vez en cuando, por que no solo hay que ser bueno en el negocio para poder sobrevivir, sino que, además, tenemos que parecerlo.

    Un saludo y ánimo.

    • En efecto, somos como la mujer del César. Y lo que está claro también es que no nos van a poner una alfombra roja a lo largo de nuestra carrera…más bien tendremos que tejerla nosotros.

      ¡Un abrazo, gracias por comentar y mucho ánimo a todos los emprendedores de la sala!

  4. Icíar, ¡enhorabuena por el artículo! Es importante el mensaje de que, por una vía o por otra, hay luz al final del túnel.

    A mi me pasó algo parecido en una de las agencias de traducción donde fui a llevar mi currículum a la semana siguiente de licenciarme. La señora que me recibió me dijo con bastante malos modos «¿Recién licenciada? Uy, pues no hace falta ni que nos dejes el currículum, porque aquí no trabajamos con nadie con menos de 5 años de experiencia.», se dio media vuelta y me dejó allí plantada con la mano y el CV tendidos. Entiendo que prefiriesen gente con más experiencia, pero el trato fue hiriente.

    Por suerte, aunque con el ánimo por los suelos por las respuestas negativas de esa mañana, acudí con lo que quedaba de mi sonrisa entusiasta a la última agencia que me había propuesto visitar ese día. Encontré al jefe sentado delante de una pila de folios corrigiendo con un boli rojo y me dijo: «Uhm… recién licenciada en traducción… ¿y qué tal se te da corregir?» Me dio otro boli rojo y tres de los folios de su pila. Luego leyó mis cambios y me dijo: «Esto está muy bien. Me gusta. Déjame todos tus datos que hoy estoy liado pero mañana mismo te llamo». Me llamó y estuve seis años trabajando en su empresa.

    Moraleja: no desistas nunca. Tarde o temprano para alguien serás el candidato ideal.

    • Muchas gracias, Carmen. La verdad es que el tuyo es el ejemplo perfecto de lo que intento decir (al margen de querer denunciar la escena presenciada, espejo fiel de la situación actual de nuestro país). Y quien habla de traductores, habla de cualquier ciudadano con ganas de trabajar y no le dan una oportunidad ni vendiendo cosméticos. Debemos remar todos hacia un mañana mejor, pero mientras este llega, sólo podemos mantenernos a flote o morir en el intento 😀
      De nuevo, gracias.
      Un abrazo

  5. Muy buen post! vaya como anda el mundo…

  6. El caso de la pobre chica de la perfumería es tan recurrente como indignante. Es una de esas cosas que a una le revuelven el estómago. Pero ante todo, me gusta que prevalezca el mensaje positivo que sacas a relucir en tu entrada.
    Yo, aunque soy licenciada, no me dediqué profesionalmente a la traducción al terminar los estudios por circunstancias personales (una de ellas el no encontrar puestos relacionados con mis estudios por mucho que lo intentara). Actualmente compagino un trabajo de administrativa con idiomas con encargos de traducción esporádicos. Es ahora cuando me planteo, de aquí a un tiempo, cuando pueda permitírmelo, dar el salto y hacerme un «Juan Palomo», como bien dices. Recién licenciada no me veía capaz. Ahora sí, y sé que tarde o temprano daré ese paso.
    Con esto quiero decir que a veces pueden pasar hasta años hasta que ves la luz al final del túnel, hasta que llega el momento, pero la constancia no ha de abandonarse. Sin ella sí que estaríamos perdidos para siempre.
    Un saludo

    • ¡Gracias por comentar! Me alegra que el mensaje positivo y optimista os inspire a muchas. Personalmente te animo a seguir tu camino haciendo lo que más te guste, aunque sea difícil de conseguir.
      Un saludo!

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